Solo 3 pasos

Si no logras contraerlo, significa que el ejercicio es demasiado intenso para tu suelo pélvico, así que no sería adecuado para ti. En este caso, solo realiza aquellos ejercicios en los que puedes sentir la contracción: a medida que tu suelo pélvico vaya fortaleciéndose, verás mayores beneficios.

Cada vez que comes o bebes, tu cuerpo absorbe líquidos. La función de los riñones es filtrar los residuos de estos líquidos y eliminarlos del cuerpo para así producir la orina. Las pequeñas gotas pasan continuamente de los riñones a la vejiga, que se va dilatando poco a poco. Cuando está llena, el cerebro recibe la señal de que ya es hora de ir al baño. Para que la orina se elimine, el cerebro envía órdenes para que el músculo más grande de la vejiga se apriete y se contraiga. Al mismo tiempo, envía la orden a los músculos de apoyo (o del suelo pélvico) que rodean la uretra (la salida de la vejiga) para que se relajen y dejen pasar la orina.